ARIÓN de estirpe divina, era en la mitología griega, el más fuerte y valeroso de los caballos.
Fabuloso en su aspecto de crines negras. Podía correr tan rápido que podía ir sobre el agua.
Una obra con un toque surrealista, patas volátiles que se funden en la atmósfera.
Fondo abstracto, realizado con técnicas mixtas cromada en dorados, donde se representa lo enigmático de la escena.
Protagonista detallado al óleo tratado con técnica hiperrealista.