Mi obra captura la majestuosidad del atardecer, empleando técnicas de realismo con óleo para reflejar tanto la fuerza de un toro como la serenidad de un árbol solitario.
Los tonos ardientes del cielo y los reflejos en el agua invitan a contemplar la conexión entre la naturaleza y sus criaturas, evocando una sensación de paz interior y respeto por la vida salvaje.
Esta pintura llenará cualquier hogar de calidez y reflexión profunda sobre la belleza del mundo natural.